Las leonas no se peinan.

Las
VI.

14 de julio de 2012

1.

Por momentos olvido quien soy.
Me limito a ser lo que sea. Confieso, que no han sido pocas las veces en las que fui el rayo de luz que te despertó, solo para ver tus ojos al sol. Admito, que también fui el viento que despeino tu pelo, para así tener una excusa para tocarlo. Pero, créeme cuando te digo que también fui la frase que te animo cuando la suerte te dio de lado, que fui el calor cuando florecía el frío en la orilla de tu piel, que fui el hielo cuando te quemaba el cielo.He sido todo por ti, ese es mi único secreto.